Aquí Nasceu Portugal. Así nos dio la bienvenida Guimaraes, con un claro mensaje en letras blancas sobre una de las antiguas murallas de la ciudad, dejando bien claro que en este punto, nació Portugal como hoy en día la conocemos.
Hay varias maneras de conocer Guimaraes: Desde el punto de vista del turista curioso que llega hasta aquí para recorrer sus calles empedradas, sus hermosas plazas rodeadas de casas tradicionales, tiendas y restaurantes donde tomar una cerveza. O bien, empapándose de su rica historia medieval, llena de duques, reyes y castillos que te transportarán de una época a otra en cuestión de minutos.
¿Estás preparada/o? ¡Allá vamos!
Índice de contenido
Qué ver en Guimaraes en un día
El Castillo de Guimaraes
Probablemente este sea el lugar más emblemático que ver Guimaraes. Un rincón que transporta a la edad media a todo aquel que se acerca hasta él. Si Guimaraes es el origen de Portugal, su castillo es quien le otorga la identidad propia de una ciudad de importancia vital en el desarrollo del país.
Su ubicación, en lo alto de la ciudad, no es casualidad. Desde allí arriba, este majestuoso castillo defendía la ciudad de posibles incursiones y provocaba respeto fuera de las murallas. El ascenso hasta el castillo, junto Iglesia de Nossa Senhora do Carmo y por una calle rodeada de cipreses, es un perfecto aperitivo de lo que vamos a encontrarnos en la cima de esta pequeña colina.
El Castillo de Guimaraes fue construido en el S.XI, y se cree que aquí nació el que fuera primer rey de aquel primer reino de Portugal, Don Alfonso Henriques, cuya estatua permanece inmóvil junto al recinto del castillo. Sin duda, se trata de una visita imprescindible en la ciudad, ya sea recorriendo los exteriores de la muralla como la parte alta del edificio, por la que hay que pagar unos 2€, y sentirse por un momento el guardián de Guimaraes.
El Palacio de los Duques de Bragança
Otro Alfonso, en este caso el primer Duque de Braganza, fue quien ordenó construir en el S.XV el Palacio de los Duques de Braganza, situado junto al castillo de Guimaraes. Su interior cuenta con diferentes habitaciones, salones e incluso una capilla que aun conservan algunos elementos de la época, como armas, obras de arte o tapices.
En la planta baja del palacio, existe también un pequeño museo de arte contemporáneo dedicado al artista José Guimaraes que exhibe obras de este pintor y escultor local. El precio de la entrada al palacio es de 5€ por persona y para menores de catorce años, el acceso es gratuito.
Plaça de Sao Tiago y Largo de Oliveira
Si hay algo que no puede faltar en Guimaraes son sus rincones llenos de vida, de historia y de buen ambiente. Esto es lo que nos encontramos en la Plaza de Sao Tiago y en Largo de Oliveira, dos plazas contiguas en pleno centro histórico de la ciudad.
Aun se respira cierto aire medieval a pesar de las terrazas y las carpas que ocupan las plazas, y esto hace que merezca la pena parar, tomar un refresco/cerveza, y disfrutar de este lugar de suelos empedrados, de gente que va y viene atravesando la plaza, y de sus edificios, algunos de ellos decorados con flores y contraventanas de colores.
Iglesia de N.S. de Oliveira y el Padrao do Salado
Junto a estas dos plazas, en pleno casco antiguo de la ciudad, sobresale entre los edificios de baja altura el campanario de la iglesia de Nuestra Señora de Oliveira. un hermoso e histórico edificio construido en el año 949 y que a lo largo de los siglos ha sido renovado y ampliado hasta lo que conocemos hoy en día.
Destaca entre otras cosas la ya mencionada torre del campanario, de principios del S.XVI, el escudo del Rey Pedro II situado la bóveda de la capilla mayor o los diferentes lienzos que decoran las paredes laterales de la iglesia.
A las puertas de la iglesia, el Padrao do Salado permanece casi intacto desde el S.XIV, y conmemora la decisiva batalla del río Salado, en la que tropas portuguesas y españolas derrotaron al ejercito del sultán Abu al-Hasan y sus aliados de Granada, marcando así un antes y un después en el porvenir de Al-Andalus.
Museo Arqueológico de Guimaraes
Si de algo puede presumir Guimaraes es de su rica historia cultural, y para muestra, nuestra siguiente parada. El Museo Arqueológico de Guimaraes exhibe entre sus muros una de las más importantes y valiosas colección de objetos de origen celtíbero de Europa.
Está ubicado en el interior de la iglesia de Sao Domingos, y en su claustro alberga desde columnas romanas hasta un sarcófago celta. Un museo, que desde 1885, trata de mostrar a todo aquel que lo visita una idea de la historia de esta región del norte de Portugal.
La entrada al museo cuesta 1,50€ y los horarios de visita son de martes a sábado de 9:30 a 12:00h y de 14:00 a 17:00h, y los domingos de 10:00 a 12:00h y de 14:00 a 16:00h. Los lunes y días festivos, el museo permanece cerrado.
Iglesia de N.S. de la Consolación y el Largo da República do Brasil
Una de las imágenes más icónicas y fotogénicas de Guimaraes, y que no pasa desapercibida desde el otro lado del Largo da República do Brasil es la pequeña iglesia de Nuestra Señora de la Consolación.
Los jardines del bello parque a lo largo de esta avenida, invitan a descansar durante un momento sobre el borde de la fuente situada en el extremo opuesto a la iglesia. Personalmente, desde este punto se consigue una de las vistas más bonitas de la ciudad, con la montaña al fondo, de la cual, te hablaremos más abajo.
Como casi todas las iglesias de la época, la de N.S. de la Consolación fue construida por etapas. Desde la colocación de la primera piedra de una pequeña capilla, en la segunda mitad del S.XVI, le siguió la nueva iglesia barroca doscientos años después, para terminar, a finales del S.XIX, con las dos torres que coronan la construcción.
Tanto si visitas el interior de la iglesia, como si simplemente quieres disfrutar de la amplia avenida y la imagen de postal que regala el Largo da República do Brasil, esta sin duda es uno de los puntos más emblemáticos que ver en tu visita a Guimaraes.
Monte de Penha, una de la recomendaciones que ver en Guimaraes
Dejamos la ciudad para dirigirnos a la montaña. Como decíamos más arriba, Guimaraes cuenta con una montaña que vigila la ciudad, la más alta de la zona, con 617 metros de altitud. Se trata de la Montaña da Penha. Esta arbolada cima sirve de vía de escape y respiro para los habitantes de la ciudad, perfecta para un tranquilo paseo, descubrir las grutas que hay repartidas por todo el parque o donde, simplemente, tirarse a disfrutar del buen tiempo veraniego con unas vistas privilegiadas de la ciudad.
En lo más alto de la montaña, los arboles desaparecen para dar paso a un gran parque donde descansa uno de los símbolos de la ciudad, el Santuario da Penha. Una construcción de gran importancia arquitectónica y religiosa en Guimaraes, y uno de los principales centros de peregrinación del norte de Portugal.
El monte da Penha se encuentra a 7 kilómetros de la ciudad, y se puede llegar hasta allí a través de una sinuosa carretera, perfecta para los amantes del volante. O bien, a través del teleférico que parte desde Guimaraes hasta la Sierra da Penha, a 400 metros de altitud, en un recorrido de 1700 metros. El precio es de 4€ por trayecto, o bien 7,50€ ida y vuelta, y está en funcionamiento desde las 10:00h hasta las 18:15h.
Actividades que hacer en Guimaraes
Si además de recorrer la ciudad por tu cuenta quieres realizar alguna excusión para conocer más a fondo los entresijos de Guimaraes, aquí te dejamos varias actividades interesantes para que disfrutes aún más de este hermoso rincón del norte de Portugal.